Estimado compañero y padres:
Me llamo Christie del Castillo-Hegyi y soy médico de emergencias, anteriormente científica del NIH con formación en investigación de daños cerebrales de recién nacidos en Brown University y madre de un niño de 5 años con autismo. Le escribo porque mi hijo fue víctima de ictericia del recién nacido debido a una toma insuficiente de leche porque se retrasó mi producción de leche en sus primeros días de vida. Como madre embarazada, leí todas las directrices sobre dar de amamantar a mi bebé. Lamentablemente, seguir las directrices y el consejo de nuestro pediatra dio como resultado que mi hijo estuvo 4 días sin tomar absolutamente nada de leche y requiriendo cuidados en la UCI. En consecuencia se le diagnosticaron múltiples discapacidades de desarrollo neurológico. Como médico y científica, busqué en revistas de compañeros para explicar por qué había sucedido esto. Encontré que hay amplias evidencias que muestran la vinculación entre la ictericia neonatal, la deshidratación, la hipoglucemia y las discapacidades del desarrollo. Deseo explicarle a usted cómo creo que esto podría aplicarse a mi hijo y a los muchos niños cuyo cuidado se le encomienda.